jueves, 2 de julio de 2009

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Y es así como termina el orgasmo: en saxofones de insomnio y un piano que ronca; algunas articulaciones liberan las estrellas que quedaron atrapadas tras la explosión de sueño y todo termina en un chasquido que despertaría a algunos fantasmas. Sin embargo todo está en calma ahora, la biosfera creada en mi departamento consume los últimos rayos de oxigeno; todo el fuego de hace 15 minutos termina en brazas alumbrando las esquinas de los objetos. No hay saliva ni hambre, no hay noche ni ganas de dormir, lo que hay es oscuridad y respiraciones profundas que se sincronizan con las campanas de la madrugada.... El cursor parpadea paciente, pero siempre con buen ánimo nos invita a desaparecer el deslizamiento ocular no programado; situación reflejo del cansancio en espera de…

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