No se antepone la mayúscula

mientras el arroz se cose los labios yo escribo por los dos lados de la pantalla: me levanté fui y vine, parece que en varios cientos de parpadeos, no me moví de la faz de mi asiento.

Es cierto me siento menos cansado ahora que mastico el arroz con las ideas, vaya que para comer en paz se ha hecho la guerra.

trago saliva y me hago el loco.

entre conmocionado, sí, abrí la puerta con las llaves de la casas de mi mama en Irapuato, Mars Volta en la su presencia de Goliath, y lo son.

Regresé incontrolable, fue mejor así, Andrés me había traído los DVDs para gravar la música.